¿A quién no le gusta disfrutar de una parrtida con agudas combinaciones, y ataques cruzados de ambos bandos? La respuesta puede ser que nos gusta verla, pero no sufrirla dentro del tablero.
Aún así, esto va dirigido a los amantes del ajedrez combinativo. La primera victoria de una Dragón que he encontrado, es la que se dio en 1903 en el torneo de Montecarlo. Curiosamente el que la empleó fue Maroczy, que da nombre a una variante "anti-siciliana".
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