Voy a empezar por la primera vez que tuve oportunidad de hacer algo importante. Se jugaba el Juvenil de Zaragoza en la Navidad 89-90. Estaba haciendo un torneo excelente, había perdido con Cote, que ganó el torneo, había hecho tablas con Gavín, había ganado la penúltima partida a Garza, y me enfrentaba con Miguel Ángel Sancho en la última. Ganando la última hubiera quedado segundo del torneo, y hubiera disputado el campeonato de Aragón.
Sancho era y es un jugador agresivo, y en un momento determinado de la partida sacrificó una pieza creyendo que ganaba, pero yo le entregué una calidad con ventaja, y no sólo eso, si no que una jugada después pude quedarme con 3 piezas por torre y ventaja decisiva. Lo malo es que no sólo no lo hice, si no que lo vi después de no hacerlo, y me condicionó para las siguientes jugadas, en las que podía haber consolidado mi ventaja, y en su lugar jugué horrorosamente mal, y conseguí perder.
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